Privacidad

En esta emisión, discutimos la importancia de la privacidad como profesores y de la urgencia de educar en torno a la privacidad. Escamilla aclara que sus redes sociales personales, celulares, correos personales, jamás los comparte con alumnos. Giovanni a su vez, tiene su Facebook para los alumnos independiente de su cuenta personal, ya que no usaba Classroom, ni Blackboard en sus primeros años de profesor y encontró en Facebbok una herramienta útil. Nadia ha sido más dual, a veces limita su interacción en redes y otras, deja puertas abiertas. Tomando la inspiración de una profesora de su maestría y del filósofo norcoreano Byung-Chul Han , establece que somos consumidores y productores de contenido, y se espera que todo el tiempo lo hagamos de manera novedosa.

Aquí el libro que comentó Nadia:

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Todos nos recuerdan que hay imágenes personales, familiares o con los amigos que no nos gustaría que los alumnos vean. No hay nada de malo con tomar, o que haya fotos de fiesta, pero hay que ver el criterio que los alumnos tienen para verlo. Una percepción excesivamente positiva puede resultar tan peligrosa como una negativa. El alumno ve en el profesor una fuente de inspiración y admiración. Por eso hay que ser cuidadosos.

Todo lo que publicamos se queda en internet.

Hay un problema grave con la cuestión de las "nudes" entre los alumnos. Los alumnos manifiestan que tienen que balancear su privacidad y su espacio, con su interacción y aceptación social. "Todos quieren aventarse al barranco porque el otro lo hace."

Giovanni considera que les hace falta desarrollar un criterio propio. Escamilla afirma que si bien, la adolescencia es una edad donde buscas más aceptación social, el problema radica en la presión social de ‘tener que hacer algo’, como mandarse nudes o fumar, porque ‘los populares lo hacen’.

La privacidad y los espacios donde podemos bajar la guardia y expresarnos de manera abierta cada vez son menos.

En la era digital, no sabemos hasta dónde van a llegar las cosas que publicamos.

Nadia nos comenta que a este fenómeno se le llama ‘ecología de la acción’. Nunca sabemos hasta donde llega ese contenido que compartimos. Por eso la importancia de generar un distanciamiento para delinear bien las fronteras de nuestro ‘yo digital’.

Escamilla nos comenta que las reacciones que emitimos en redes sociales; los ‘me gusta’, ‘me enrisa’ (‘me divierte’), ‘me encorazona’, etc. pueden ser interpretadas como señales de aprobación y alimentar actitudes y opiniones además de invitar a esa persona a reaccionar en nuestras redes.

El filósofo norcoreano (que no es Kim Il Sung sino Byung-Chul Han ), dice que toda esta búsqueda y repartición de likes al por mayor, no es más que la búsqueda de aceptación, constante y acelerada, sin ninguna resistencia. Nadia nos pregunta, ¿Porqué no hay un ‘no me gusta’ en Facebook? Eso nos está educando como sociedad en un ‘todo vale’, ‘nada de resistencia’, ‘nos desacostumbramos al rechazo’.

Ante todo criterio y prudencia.

Hay que saber que mensaje damos y a quienes. Somos personas, no personajes. Es natural que todos hayamos cometido errores que han quedado registrados para la posteridad.